Al llorar, y mis lágrimas hacen contacto con mi rostro y el frió del aire,
y ya no es cálida su humedad,
La sensación de menos tibio, en mi rostro cambia mi sentir,
y entonces, en ese momento te pienso, y me haces falta,
¿Porque? se preguntaba una parte de mi alma...
Es que cuando ocurre ese cambio, necesito una inmensa ternura,
y muy pocas personas saben captar y ofrecer
con tanta plenitud, esa satisfacción...
Tú, si sabes dar esa inmensidad,
Te necesito...
Original: Voces en el viento
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